viernes, 26 de agosto de 2011

EL JMJ Y LOS JOVENES ESPAÑOLES

Expongo a continuación un escrito que hace mi mejor amigo Ramón Saavedra Sánchez "Moncho" y ademas cuñado, y a continuación hago unas reflexiones sobre el mismo tema:

EL JMJ de Madrid.

Curioso. A mi, aun personaje que no creía en estas cosas, que pensaba que todas estas manifestaciones religiosas eran un signo de cuanta flaqueza había en las personas que intervenían en este tipo de manifestaciones. A mi que para explicar estos fastuos alegaba que las personas en su gran debilidad para entender el significado de la vida, necesitaban de esto, de “ algo ” , de alguna creencia que les ayudara en el transito, que les  justificara su existencia y que dulcificara, si puede decirse así, ese terror a un final que, aun sin ser capaces de distinguirlo, nos haga intuir que no es un final sino una transición a otra vivencia, estado, o llamémosle como sea.

 Como iba diciendo, A mi que pensaba tal y como he comentado, me ha impresionado lo que he visto, tanto en la calle como en la televisión, a lo mejor es que  me ha engañado la visión de todos estos jóvenes que emanaban una educación, respeto y civismo, a pesar de lo jocoso del momento para ellos o, a lo mejor, era la idea de cómo me gustaría que fuera la juventud, la forma de vestir, joven, alegre, desenfadada, pero sin traspasar los límites de la dignidad ni el respeto a los demás, jóvenes con aspecto limpio, sin dejadez, a pesar de estar  durante varios días viviendo de una forma poco facilitadora del aseo y cuidado corporal.

 La primera consecuencia que he sacado es la confirmación de mi idea de que para ser joven, reivindicativo y progresista, entendiendo esto último como trabajar e implicarse para el progreso de la sociedad, no es obligado llevar barba, ni el pelo largo con rastas, presentar un aspecto de dejadez, ni no oler precisamente a rosas por falta de aseo, esgrimir un vocabulario cheli, ni tratar de proclamar la defensa de lo ecológico sin respetar en lo mas mínimo el medio ambiente donde nos paramos a manifestarlo, además de utilizar la fuerza y no solo la razón, si fuera necesario, menester este que suele ser lo habitual, por lo menos esta es la impresión que tenía.

Todas estas manifestaciones que he observado  y que me han hecho disfrutar,  han creado en mi una opinión nueva sobre la juventud,  me han hecho renacer la esperanza en nuevas generaciones. Ha esta juventud que he disfrutado estos días si le puedo intuir el potencial para poder conseguir cambiar y retomar de nuevo el camino del progreso humano, reinstaurando lo que de positivo tiene el respeto y la moralidad  social.

Y me pregunto, ¿ Seré facha o carca ¿

 M Saavedra

21,08,2011


Comentario al escrito anterior:

Por supuesto, no eres ni "carca" ni "facha"

Creo que no se puede calificar a la juventud por lo que hagan los grupos más ruidosos, aunque muchas veces sean una muestra de “parte de la realidad”.

Los jóvenes de hoy, en nuestra sociedad, han nacido llenos de contradicciones, por un lado con una sobreprotección familiar, que los ha hecho mas blandos y a veces no les ha dejado pensar por si mismos. Por otro lado con una sobrecarga de “cosas” pero no de afecto.

Otras dificultades que han y están encontrando nuestros jóvenes es su incorporación al mercado de trabajo, provocado en parte por la situación económica actual pero especialmente por la deficiente actuación de nuestros políticos en materia de educación y en la laboral, especialmente la nefasta actuación de PSOE que en sus deseos de igualar ha preferido “mierda para todos” en vez de premiar los valores del esfuerzo, la dedicación y las condiciones personales de cada individuo como puede ser su propia inteligencia.

Otra acción nefasta del PSOE, fue denigrar en su día, (Felipe González) a la formación que los jóvenes adquirían cuando entraban a trabajar en una empresa de aprendices o ayudantes de oficio, decretando por ley que todos deberían ser “igual” y cobrar lo mismo, lo cual hizo que las empresas, dejaran de contratarles, perdiendo por lo tanto una oportunidad para formarse e incorporarse a la sociedad.

 Por lo tanto creo que los jóvenes de hoy son un producto de nuestra sociedad, que los hay integrados a ella, otros que se lograrán integrar y otros que no lo harán nunca y siempre echarán las culpas “al empedrado”.

 Coincido contigo en el gran ejemplo de “buen hacer” de los jóvenes del JMJ, por su saber estar, comportamiento y resistencia, motivados una serie de valores que aunque no sean compartidos por muchos, pienso que hacen más “bien que mal”

Podría escribir más, pero creo que por hoy está bien.

Pablo Sánchez Buján

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