Esto, que a priori nos va pareciendo normal en los países
occidentales, se ha logrado gracias a la lucha de unas cuantas mujeres en
principio y a los movimientos feministas en general.
El feminismo, además de ser una filosofía, una forma de ver
las cosas, es un movimiento cultural, social y político. En la lucha por
alcanzar la igualdad social, institucional y económica entre hombres y mujeres.
Aunque la igualdad entre sexos consiguió un fuerte apoyo en
el siglo XIX, solo a través de una larga lucha de las mujeres por el sufragio
universal, especialmente en occidente, ha tenido su reconocimiento. No
obstante, fue Nueva Zelanda el primer país que en 1893 reconoció dicho derecho.
La lucha de las mujeres por la igualdad ha logrado que se
las considere con mismos derechos que al
hombre en cosas tan obvias como la educación, el estatus social, el trabajo, la
actividad deportiva, etc.
No obstante quiero hacer una reflexión sobre algunos
movimientos feministas, en donde parece que esta confundida la lucha, tratando
de “eliminar” al hombre asumiendo las mujeres su rol. Nada puede estar más
equivocado, ya que las mujeres tienen su personalidad biológica y los hombres
la suya y esto no debe ir en contra de la igualdad de derechos y deberes de uno
y otro sexo.
Sin embargo, hay que seguir avanzando en temas importantes,
en los que a veces se da un paso para adelante y otro para atrás, tales como;
los anticonceptivos; el aborto y el maltrato. Además, la igualdad salarial, que
políticamente se ha conseguido, en la práctica en muchos países, no se ha
conseguido y ahí habrá que seguir exigiendo que se cumplan las leyes.
Pablo Sánchez Buján
13-3-2014
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