martes, 27 de septiembre de 2011

TRABAJO EN EQUIPO

Dentro de las organizaciones siempre que hablamos de un grupo de personas que realizan actividades encaminadas a conseguir un mismo objetivo las definimos como un equipo.
Partimos de que un equipo de trabajo es un grupo humano que consigue sinergias, y que obtiene resultados que son superiores a los de cada integrante. Por tanto cualquier grupo humano no podrá ser considerado un equipo, aunque tengan un objetivo común. Juntar a un grupo de profesionales para que se conviertan en un equipo requiere tiempo y esfuerzo por parte de todos los miembros:
·         Un equipo no se improvisa.
·         Un equipo se forja partiendo de un grupo que persigue los mismos intereses.
·         Un equipo necesita desarrollarse y trabajar conjuntamente.
Sobre este último punto, Juan Carlos Cubeiro, Presidente EUROTALENT nos dice que si no se trabajan seis claves ineludibles, no se conseguirán los objetivos que el equipo se haya propuesto. Estas seis claves son:
  1. Visión compartida: El equipo tiene la misma visión y la misma misión. Ha sido consensuada por todos. Eso es lo que queremos, es lo que hacemos y vamos juntos.
  2. Enfoque profesional de análisis y toma de decisiones: La manera de realizar un análisis de la situación y la forma en la que se decide algo tiene un método, lo cual garantiza en un equipo el éxito en las consecuencias.
  3. Roles complementarios: La diversidad de los integrantes del grupo es un aspecto clave en la creación de un equipo. Hay que conocerlo, aceptarlo y trabajarlo para sacarle el máximo beneficio. Además de la diversidad visible (género, raza,.) y lo tangible (edad, estudios, experiencia,.) debemos centrarnos en lo intangible (formas de actuar, de pensar y de aprender).
  4. Desarrollo de confianza: La confianza es la forma más elevada que existe para motivar una persona. En un equipo es el ancla que lo mantiene firme y lo permite concentrarse en qué tiene que hacer cada uno para llegar a conseguir el objetivo previamente marcado.
  5. Aprendizaje continuo: Este es un aspecto que no debemos dejar a un lado. Las ganas de aprender dentro del equipo nos mantienen alerta, aportan el impulso de la curiosidad y nos acercan a las soluciones, a los problemas inherentes y a la consecución de los objetivos.
  6. Dinamismo: El equipo, como entidad, se tiene que comprometer a la realización de acciones concretas destinadas a su mejor funcionamiento, a su desarrollo y a su crecimiento.
  7. Un equipo es una fuerza muy poderosa: vale la pena dedicarle tiempo y esfuerzo para que su productividad y eficiencia sean máximas
Esta visión, nos sirve igual para la formación de equipos de trabajo empresariales, de política, o de cualquier otro tipo.

Pablo Sánchez Buján
28 - 09 - 2011

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